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Un paseo veraniego por el medievo

14, agosto | Vall d'Albaida | Sin comentarios
casco antiguo Bocairent  Foto Vicent Muñoz

Las vacaciones de verano dejan mucho tiempo libre a la vista, la mayor parte del cual se pasa fuera de casa, buscando nuevas ofertas para disfrutar al aire libre o para hacer con los niños. Una de las actividades preferidas por los veraneantes es descubrir nuevos lugares allá adónde van. Si te alojas en la Finca Santa Elena este verano, podrás disfrutar de los pueblos de alrededor de la comarca y hacer algo de turismo rural.

Una de las localidades más conocidas de la Vall d’Albaida es Bocairent, un pueblo de 4000 habitantes con auténtico encanto, lleno de monumentos y lugares que visitar, a solo 23 minutos en coche de la Finca. Una localidad cuyo casco histórico parece salido de un cuento de hadas medieval y que encierra una historia increíble de las numerosas culturas que han habitado la zona.

El terreno perteneciente a Bocairent, como hemos dicho, fue ocupado por diferentes pueblos a lo largo de la historia, debido sobre todo a su buena situación orográfica. Han sido encontrados en la zona restos de poblados neolíticos, íberos, romanos o árabes, estos últimos unos de los que dejaron mayor huella en las costumbres de la localidad, como en la música, la gastronomía, las fiestas y algunas tradiciones. En 1245 pasó a formar parte de la Corona de Aragón, y tres siglos más tarde, en 1587, el rey Felipe II le concedió a la población el título de Real Fábrica de Paños, que permitió a Bocairent dedicarse a las actividades textiles, una actividad que ha continuado en el tiempo, aunque hoy en día haya reducido su peso en la economía. De hecho, continúa siendo famosa la producción tradicional de mantas.

Lo primero que encontrarán los visitantes al llegar al término es la increíble panorámica del pueblo que se ve desde la carretera, donde se observa la villa antigua y cómo se funde con el paisaje para dar la impresión de encontrarnos en otra época. Es obligado pasear por su casco antiguo, un conjunto histórico-artístico de peculiar trazado en sus calles, al más puro estilo laberíntico con el que los árabes diseñaban sus asentamientos. Subidas y bajadas, desniveles, escaleras, pequeñas plazas inesperadas y callejones sin salida... Las calles empedradas y empinadas ocultan tesoros inesperados y bellos rincones, decorados por macetas con flores y por antiguas fuentes que dotan al paseo de su encanto especial.

Algunas de estas fuentes antiguas de Bocairent del barrio medieval, la mayoría datadas del siglo XVIII, son, entre otras muchas, la fuente del Almaguer o de la Virgen de Agosto, adosada a la pared y situada cerca del llamado por los árabes Portal de l’Almaguer y que, tras la conquista cristiana, pasó a llamarse Portal d’Agost. También es interesante la fuente de Asensio, que se remonta a 1794 y se localiza en el cruce de dos de las calles más antiguas de la población: la calle Sant Joan, donde se encuentra la primera ermita cristiana y antigua mezquita, y la calle Virgen de Agosto. La fuente del Empedrat, por su parte, data de 1793, y se encuentra cerca del balcón desde donde, según la tradición, predicó Sant Vicent Ferrer. Esta fuente es una de las primeras construidas bajo un plan municipal, y en conmemoración está adornada con una corona de laurel.

Asimismo, desde el casco antiguo se puede llegar a tres ermitas, todas en la zona urbana: Sant Joan, Mare de Déu dels Desamparats y Mare de Déu d’Agost. Por su lado, la  Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es uno de los edificios más emblemáticos, construido sobre un antiguo castillo árabe, y consagrada en 1516, mezcla de estilo gótico, barroco, y características del arte valenciano hasta el siglo XIX. La pila bautismal trabajada en piedra se atribuye a los maestros Pere Compte y Pere Balaguer, los canteros que realizaron la Lonja y el Miguelete de Valencia. Sin olvidar la plaza de toros, que es la más antigua de la Comunidad Valenciana, datada de 1843. Es una obra única porque su mayor parte está tallada en roca.

Después de esto, te habrán entrado ganas de dar una vuelta por la localidad... Para ello, el mes de agosto es uno de los mejores para visitarlo, ya que comienzan las celebraciones patronales en honor a San Agustín. Del día 23 al 27 de agosto, hay bailes tradicionales en la Plaza del Ayuntamiento como a la antigua usanza, con la dolçaina y el tabalet. Es el momento perfecto para disfrutar del entretenimiento que ofrece el pueblo y perderse por las calles de la villa medieval con un helado en la mano y buena compañía.

 

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