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Nuestro pasado mediterráneo: visita las ruinas íberas de Moixent

11, julio | Vall d'Albaida | Sin comentarios
Nuestro pasado mediterráneo: visita las ruinas íberas de Moixent

En Terres dels Alforins también se encuentran localidades como Moixent -a solo media hora de trayecto en coche desde la Finca Santa Elena-, que esconden grandes secretos y monumentos que visitar. Si te alojas con nosotros, no dudes en visitar esta localidad de la comarca de la Costera y uno de los lugares que te proponemos, sus ruinas íberas.

La población de Moixent, que tiene unos 4300 habitantes, cuenta en su término municipal con uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Comunidad Valenciana: el poblado íbero de La Bastida de les Alcusses. Se trata de un asentamiento del siglo IV a.C. que se encuentra en el suroeste de la Serra Grossa, una cordillera que actúa de barrera natural entre las comarcas de la Vall d’Albaida y la Costera.

Es un sitio que llama la atención por encontrarse sobre la cumbre de un cerro alargado y aislado –aunque se puede subir en coche hasta el aparcamiento que hay habilitado-. Desde la loma se puede contemplar las tierras circundantes del Pla de les Alcusses, de donde el poblado toma su nombre. Se trata de un lugar rodeado por un espacio forestal muy rico, de bosques de pino y matorral y desde donde apenas se divisan construcciones modernas, por lo que desde allí muy bien se puede imaginar cómo vivían los antiguos pobladores de esas tierras.

De los íberos hablaron muchos antiguos escritores griegos, al menos desde el siglo VI a.C. para referirse a los habitantes del levante y el sur de la península ibérica, y así diferenciarlos del resto de pobladores que la ocupaban, sobre todo porque su cultura y costumbres eran distintas a las de los pueblos del interior. Sin embargo, en muchos de estos pueblos llamados “íberos” por griegos y romanos, la cultura ibérica no se repite de manera uniforme. Al parecer solo estaban conectados por una misma lengua, y sus culturas se mezclan, como es lógico debido al contacto, con las de otros pueblos.

Las primeras excavaciones arqueológicas en el terreno comenzaron en 1928. Se trataba de un yacimiento en buen estado de conservación, y se descubrieron muchas piezas importantes como el famoso Guerrero de Moixent, que actualmente se encuentra en el Museo de Prehistoria de Valencia. También se encontraron planchas de plomo con escritura ibérica, armas o adornos. Más tarde, en 1990 se retomaron los trabajos en el yacimiento y se adecuó para que se pudieran realizar actividades y visitas guiadas. Todo con el fin de ponerlo en valor.

Su estado de conservación permite ver todavía parte de su construcción original, como por ejemplo el zócalo de mampostería que se conserva de las antiguas murallas del poblado como sistema defensivo o el de las viviendas que se organizaban alrededor de una calle principal. También es interesante saber que este asentamiento tuvo una corta vida, según las investigaciones, y que fue abandonado a toda prisa, por causas aún dudosas, que dejan claro algunas pruebas como el hallazgo de joyas, armas y otros objetos personales en lo que serían las calles.

Desde la Finca Santa Elena os animamos a ir al yacimiento. Es muy interesante y se puede seguir la historia fácilmente a través de unos paneles explicativos instalados. Además, también tendréis la oportunidad de ver una casa íbera reconstruida como hace siglos y a escala natural, utilizando los mismos materiales que usaban los íberos. ¿A qué esperáis para hacer un viaje en el tiempo?

 

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