Lugares curiosos de La Vall d´Albaida para hacer un turismo diferente

Para disfrutar de una experiencia única, en ocasiones hay que ir a donde nadie más ha ido, arriesgarse, descubrir. Las curiosidades turísticas que esconden los pueblos de La Vall d’Albaida, incluso los más pequeños, pueden llegar a sorprender e ilusionarnos más que cualquier otro plan elaborado, ya que son relativamente desconocidas. En estas fechas podemos aprovechar para realizar paseos por los pueblos de alrededor de la Finca Santa Elena y redescubrir la zona.

Podemos acercarnos a Agullent, población de casi 2500 habitantes, con monumentos visitables como el Molí Fariner (S. XV) que se encuentra en el centro urbano y ha sido restaurado. En él, junto a un restaurante de nueva incorporación, aún se pueden ver las infraestructuras antiguas, el viejo sistema de riego de la Font Jordana, el secador y el molino con toda su maquinaria. Para acudir hay que concertar visita en el teléfono 96 290 74 72. Otro monumento de la localidad  es el Fornet de la Neu, un nombre que parece curioso y contradictorio, pero nada más lejos de la realidad. El Fornet es un “pozo de nieve” que se utilizaba antiguamente para la venta de ésta a nivel local, de ahí la denominación. No se sabe exactamente cuándo fue construido, pero el cronista oficial escribió que ya en el siglo XVI Ontinyent pedía nieve a Agullent como remedio para la epidemia de peste.

En otros municipios de La Vall, como Aielo de Malferit, existe una Fábrica de Licores que tiene su origen en el siglo XVIII y que aún contiene una destilería artesanal que se fundó más tarde (1880) y que llegó a proveer a la Corona. Es una buena elección, ya que ofrecen degustación de licores a los visitantes y se pueden comprar productos relacionados con la tradición alcoholera de gran calado.

Por otra parte en Albaida los turistas podrán disfrutar del misterio que encierra la Cova de la Vall, un pasadizo subterráneo que se ha recuperado recientemente y que conecta con el núcleo urbano. Algunos historiadores aseguran que se trataba de una salida secreta del Palacio Marquesal, y las crónicas y leyendas afirman que fue refugio antiaéreo durante la guerra y guarida de contrabandistas.

La Plaza de toros de Bocairent es otro lugar a visitar, por ser una de las menos comunes de España. Está excavada en la roca en su totalidad y es la más antigua de la Comunitat. En esta población destaca igualmente el Monasterio Rupestre (siglo XVI), antiguo convento también subterráneo y excavado al que se superponen otros dos más tardíos.

En Montaverner, los llamados Pont Curt y Pont Llarg harán también las delicias de los visitantes. Originarios del siglo XIX, son de  los más antiguos puentes de hierro junto al emblemático Pont Vell de Ontinyent (siglo XVI), los restos de una antigua torre y una pequeña capilla. Localidades como Otos, con su antiguo castillo andaluz de Carbonera, o el Castillo de Carrícola típico de al-Àndalus, en El Palomar...

La cantidad de monumentos visitables es tan extensa como los pueblos y aldeas que forman parte de la comarca. Estos son solo algunos de los lugares curiosos que visitar de La Vall d’Albaida, pero hay muchos más, solo hay que recorrer sus municipios y disfrutar de lo que ofrecen.