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Los ríos de la Vall: fuentes de vida y paraje natural

10, abril | Vall d'Albaida | Sin comentarios
Los ríos de la Vall: fuentes de vida y paraje natural

El agua fue uno de los recursos que tomó parte fundamental en el surgimiento de las primeras civilizaciones. Las poblaciones sedentarias buscaban el amparo de ríos y lagos, que ayudaban a que se desarrollaran sus cultivos y atraían a animales para la caza. El agua permitió así el desarrollo de grandes ciudades y dio paso a la vida comunal y urbana. Así pues, el agua dulce ha jugado un papel clave en el desarrollo de las poblaciones humanas. Podríamos decir que lagos y ríos son auténticas fuentes de vida, con significados muy valiosos para la supervivencia humana y como parte de su universo simbólico.

Los numerosos pobladores humanos que han ocupado la zona de la Vall d’Albaida y las comarcas circundantes -iberos, romanos, musulmanes…- también se establecieron por una razón. Y es que el río Albaida y su afluente principal, el río Clariano, han sido fuente de abundancia y riqueza para la tierra, por lo que las civilizaciones han captado las ventajas de permanecer en Terres dels Alforins. Los ríos han erosionado y modelado la tierra, y han contribuido al surgimiento de una flora y fauna abundante y diversa. Si te alojas en la Finca Santa Elena, podrás disfrutar del hermoso paisaje que dejan estos ríos a su paso y de las rutas que ponen en valor la importancia del agua en esta área valenciana.

Como hemos dicho, las dos corrientes fluviales que recogen las aguas superficiales de casi toda la comarca son el río Albaida y su principal afluente, el río Clariano en Ontinyent. El río Albaida es un afluente del río Júcar, y nace en la Sierra de Benicadell. La misma Vall d’Albaida le debe su nombre a este río, que cruza de sur a norte la comarca, pasando por los municipios de Albaida, Bufali, Montaverner y Bellús.

Por su lado, en el término de Bocairent –a unos 23 minutos en coche de la Finca-, nacen tanto el río Clariano como el Vinalopó. Desde el cerro de Sant Jaume se puede ver la divisoria entre ambos ríos. El Vinalopó sigue su curso desde su nacimiento en Bocairent hacia Banyeres de Mariola y al resto de pueblos de la provincia de Alicante. El río Clariano, por su parte, que tiene una longitud de 40 km, ha sido muy importante para el municipio de Bocairent. Ha sido el motor de desarrollo tanto agrícola como industrial de la localidad. Su fuerza ha sido utilizada desde los árabes, con el invento de los sistemas de riego, hasta la época industrial. Fábricas de todo tipo florecieron en la zona con la energía procedente del agua: de harina, de papel, de textil… Pero con la llegada de la electricidad, esta fuente de energía se fue abandonando.

Hoy en día, en la ribera del río pueden verse muchos antiguos molinos hidráulicos, como el molino del Pontarró y el molino Viejo o molinet, el molino de la Cova d’En Gomar –el más antiguo, que data del siglo XIII-, el molino de Luna, el molino de Eduardo Juan o el molino de la Rueda –se usó para fábrica de tejidos y de tintes, época de la cual todavía se puede ver la rueda vertical que le da nombre-, entre muchos otros. Las rutas y paseos por la ribera del Clariano –como por ejemplo la Ruta del Agua o el paseo por la ribera del río, entre otros- os permitirá reconocer los parajes fluviales de gran belleza conformados por los ríos y admirar la abundancia de vegetación. Otra conocida ruta, la de los Pueblos del Río, sigue los cursos del río Albaida y el río Clariano a través de los pueblos de Montaverner, Alfarrasí, Benisuera, Sempere, Guadasséquies y Bellús.

Siguiendo al Clariano desde Bocairent, este desciende hasta el conocido como Pou Clar, en Ontinyent, un conocido lugar de recreo sobre todo en verano, donde tanto vecinos del pueblo como forasteros acuden a bañarse en sus frescas aguas. Además, muy cerca se encuentra la llamada pineda de Galindo, con mesas para ir a comer o hacer un alto en el camino para reponer fuerzas. En la Vall, y siguiendo su curso, el Clariano atraviesa también los municipios de Aielo de Malferit, Ollería y Montaverner, donde confluye con el río Albaida.

Los ríos que recorren las laderas de esta comarca forman ya parte de la cultura de sus pueblos y de su modo de vida, como lo han hecho a lo largo de los siglos. Si quieres descubrir su belleza y secretos, te animamos a calzarte las zapatillas y recorrer las rutas y senderos que ponen en valor estos parajes. 

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