Áreas de descanso y recreativas para el excursionista de la Vall d´Albaida

En el hemisferio norte, el equinoccio de primavera ocurre durante el mes de marzo, aproximadamente hacia el día 21. Los meses de más frío ya se acaban y la Semana Santa se acerca a zancadas en el calendario. Ya comenzamos a tener agradables y calurosos días de sol, lo que en Valencia por estas fechas se llamaría coloquialmente “un día de Fallas”. Para aquellos que escapan de la fiesta en la ciudad o cualquier otro viajero que se aloje en la Finca Santa Elena y quiera descubrir la belleza del paisaje de la Vall, también es un momento perfecto para largas caminatas y excursiones por las tierras de la Toscana Valenciana.

Para este tipo de turismo rural, la comarca y sus municipios están preparados para acoger a los visitantes, ofreciendo lugares donde pueden descansar, hacer una parada y reponer fuerzas para continuar con su excursión. Son las llamadas áreas recreativas, lugares habilitados por cada localidad donde reponer las provisiones, y muchas veces con zonas boscosas o cerca de lugares de interés o de servicio, o de antiguos monumentos.

Y es que las jornadas de senderismo o excursionismo suelen tener momentos de descanso para no agotar al cuerpo. Normalmente, cada hora u hora y media, es beneficioso hacer breves paradas, hidratarse, relajarse, o hacer cualquier otra actividad de entretenimiento programada con amigos o familia, como una comida, o juegos populares para realizar al aire libre. Para ello, las áreas recreativas son puntos clave en el disfrute de la jornada.

Hablando de algunas de estas áreas, podemos encontrar las de Bocairent. El área recreativa de la Font de Mariola se encuentra cerca de su casco urbano. Con mesas de picnic, un amplio espacio verde, y la cercanía de la Sierra, esta zona constituye un punto de descanso de muchas rutas que cruzan la localidad y el parque natural. El mirador del Barri Medieval o del Riberet, por su parte, es famoso por ser un balcón natural situado en desnivel, en suelo urbano, y frente al barrio medieval de la localidad.

En Ontinyent, por otro lado, cruzan importantes senderos. Cerca de una de sus zonas recreativas, El Pou Clar, comienza el sendero PR V-121 que llega hasta Bocairent. Este paraje fluvial, donde nace el río Clariano, es el más importante del municipio -para hacer comidas o descansar de las caminatas-. Los excursionistas pueden disfrutar de las mesas de picnic entre los pinos y carrascas, y caminar luego por la ribera del río. También encontramos otra zona recreativa en esta localidad famosa por su vista. Se trata de la ermita de Sant Esteve, que además de ser un edificio que data del siglo XVII, también se encuentra en una colina a 780 metros sobre el mar, lo que lo transforma en un mirador de todo el valle y de la sierra de Mariola. Allí se encuentran dispuestos para los excursionistas tanto paelleros, como bancos y mesas. La Font de Gamellons, por su parte, es una zona forestal apta para la acampada y que conforma un paraje propio plagado de sendas y recorridos naturales. Se trata de un lugar especialmente tranquilo, con variedad de especies vegetales. En bici o a pie, se puede acceder desde el camino de l’Ombria que empieza en el casco urbano. Es un lugar que recibe bastante afluencia de visitantes.

Cerca de Albaida, localidad de unos 5000 habitantes, encontramos la zona de la Casa Clau, un antiguo caserío convertido en refugio forestal, y que se encuentra en una zona privilegiada paisajísticamente hablando. Desde allí se puede acceder al pico de la Covalta. Próxima al pico de la Covalta en Albaida se encuentra también la Font del Patge, en el municipio de Benissoda, una localidad de unos 400 habitantes. Todas estas zonas se enmarcan en la Umbría de la sierra del Benicadell, de gran variedad de ecosistemas vegetales.

También se pueden hacer varias rutas que conectan varios municipios entre sí como los de Carrícola, Adzaneta d’Albaida o Bèlgida. Las arcadas que se encuentran en los senderos son infraestructuras hidráulicas de origen árabe, y a la vez son puntos de descanso. Por ejemplo, la bassa del Gatell, una de las infraestructuras de almacenamiento de agua. Por la senda que conduce al castillo de Carrícola, en la localidad del mismo nombre, encontramos la Font del Melero. Por su parte, en El Palomar, municipio de casi 600 habitantes, se encuentra el paraje natural de la Font de Sis, un área recreativa ideal para comenzar la ruta del Barranco de la Junda, que comienza en este paraje. En él hay un área infantil, merenderos, camping y paelleros. Además, está rodeado de una frondosa vegetación compuesta especialmente por chopos. Es una zona de ocio perfecta para visitantes.

El Rodat, en L’Olleria, es una zona forestal de acampada con mesas de picnic, toma de luz, zona infantil, paelleros, lavabos, duchas… También encontramos en la localidad el paraje natural del Salido, o el Parc del Llobero. Fontanars dels Alforins, localidad muy próxima a la Finca, tiene varias áreas recreativas que complementan la zona que rodea Santa Elena. Por el Barranc de Peres pasan numerosas sendas y se ha convertido en el punto de partida y llegada por excelencia de varias rutas. Mesas para comer, rodeado de árboles… Y donde se inician rutas como la que se dirige a Font de La Duenya o a Alto de la Zafra.

Hacer varias paradas también ayudará a descubrir el entorno y las tradiciones de cada zona. Además de aprovechar para cargar las pilas y continuar el camino con más energía que nunca.