A solo 20 minutos en coche desde Finca Santa Elena está Ontinyent (capital de la comarca de la Vall d’Albaida con más de 35.000 habitantes), conocida sobre todo por sus fiestas de Moros y Cristianos. Pero esta localidad destaca también por un sector económico tradicional que ha sido el auténtico impulsor de la economía del municipio: la industria textil y de confección.
A pesar de haber atravesado un periodo de recesión que ha frenado su empuje por la crisis, algunas de sus empresas han llegado a ser muy famosas y han contribuido a que, tanto a nivel autonómico como nacional, Ontinyent haya destacado en esta rama productiva. Una muestra de ello es la marca de ropa de hogar Manterol, que todavía mantiene su sede central en la localidad; o Paduana, cerrada en 2012 por problemas económicos, pero que fue el símbolo de esta industria y llegó a exportar mantas al extranjero desde los años 60. Otro ejemplo es la empresa Manuel Revert -asentada en Agullent (Valencia) desde los años 80-, cuyo origen se remonta a su fundación en Ontinyent como negocio familiar en 1945 por D. Manuel Revert Nadal, cuando su producción básica se centraba en la fabricación de mantas.
En el imaginario colectivo aún existe el recuerdo de los anuncios y eslóganes de muchas de las empresas de Ontinyent, que alcanzaron su edad dorada a partir de los años 70 y se convirtieron en centro de la demanda de ropa de textil y confección. Aunque el florecimiento de esta industria comenzó en las primeras décadas del siglo XX, fue con la Guerra Civil española cuando experimentó un impulso sin precedentes, sobre todo por la demanda de mantas para los soldados. Este producto fue uno de los que tuvieron más éxito también después de la contienda, y fue así cómo se convirtieron en líderes de la fabricación de mantas, tanto a nivel nacional como lejos de nuestras fronteras.
Precisamente ahora que se acerca el frío invierno, deseamos conseguir que nuestra casa se convierta en un lugar acogedor y cálido durante los próximos meses, tanto en el dormitorio como fuera de él, por lo que la variedad de colores y texturas de las mantas nos ayudarán a conseguir un ambiente confortable.
Aquí en la Finca nos imaginamos un día de descanso de la rutina y el ajetreo diario, sentados con una taza de chocolate caliente, buena compañía, un libro o una peli y sobre todo una manta gruesa, suave y calentita sobre las piernas. ¿A quién no le gusta pasar una tarde de “manta y sofá”?
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